Los rebeldes de Unicaja no llegan a tiempo de asaltar el banco: el BCE pide un plan de sucesión en enero
La guerra de poder que vive Unicaja Banco desde hace más de un año vivió la semana pasada un nuevo capítulo con la dimisión de uno de los consejeros nombrados por la Fundación Unicaja y la probable salida en breve de los otros tres. Con esta jugada, dicha fundación -controlada por políticos malagueños- pretende evitar que el consejero delegado procedente de Liberbank, Manuel Menéndez, asuma todo el poder en junio. Pero llegan tarde, porque el BCE ha pedido un plan detallado de sucesión antes del 31 de enero.
El origen del conflicto está en el acuerdo de fusión de Unicaja y Liberbank alcanzado a finales de 2020, en el que se pactó que el presidente procedente de la entidad andaluza, Manuel Azuaga, conservaría los poderes ejecutivos hasta junio de 2023, fecha en que los abandonaría y pasarían a Menéndez. A cambio, este último accedió a ser reevaluado para el cargo en ese momento.
Menéndez contaba con el apoyo del entonces presidente de la Fundación -principal accionista de la entidad fusionada con un 30% que le da derecho a cuatro asientos en el consejo, el histórico Braulio Medel. Esto provocó una reacción virulenta de varias fuerzas políticas de Málaga de diferente signo que entendían que «el pez chico se comía al grande» y que «los asturianos» iban a acabar con la «malagueñidad»de Unicaja.
Esta reacción se tradujo en una campaña mediática e institucional que acabó forzando la salida anticipada de Medel de la Fundación en abril, y en la que varios consejeros independientes también abandonaron Unicaja Banco por distintos motivos: Manuel Conthe, Ana Bolado y Manuel González Cid. El siguiente paso es destituir a los consejeros del banco afines al histórico presidente, proceso que ha comenzado con la dimisión de Juan Fraile.
Ahora, los rebeldes pretenden que dimitan los otros tres representantes, que de momento se resisten a las presiones. De hecho, este bando ha contratado a un headhunter malagueño, HRCS Group, para que busque candidatos para sustituirles. Y ya tienen algunos nombres, como Manuel Atencia (ex diputado del PP) o Patricia Cid (ex concejal, también del PP).
El BCE se cruza en su camino
Ahora bien, esta maniobra no va a llegar a tiempo para tomar el control del consejo e impedir el traspaso de poderes. Según fuentes conocedoras de la situación, el BCE -que supervisa directamente a Unicaja Banco- ha exigido que se le presente un plan detallado de sucesión antes del 31 de enero. Y aunque todos los consejeros de la Fundación dimitieran de inmediato, sus sustitutos no podrían tomar posesión de sus cargos hasta dentro de unos cuatro meses, que es lo que dura el proceso de evaluación al que les somete el banco central (lo que se conoce como fit and proper).
Por si esto fuera poco, están los propios acuerdos de fusión que tuvieron que ser visados por el supervisor europeo y que, por tanto, deben cumplirse. Como informó OKDIARIO en su día, el mantenimiento de los poderes ejecutivos por parte del presidente Azuaga fue algo excepcional que toleró el BCE sólo de forma temporal (de ahí la fecha tope de junio), ya que Frankfurt exige un modelo de gobernanza con un presidente que no sea ejecutivo y un consejero delegado que sí lo sea.
En consecuencia, la única salida que le queda al grupo rebelde, si consigue nombrar a cuatro consejeros afines, es forzar el nombramiento de un consejero delegado distinto de Menéndez, ya que Azuaga tendrá que abandonar sus poderes inevitablemente. Las fuentes consultadas están convencidas de que lo intentarán, pero no tienen garantizada su victoria. En el consejo de Unicaja Banco hay representantes de varios fondos de inversión procedentes de Liberbank, de la empresa textil Mayoral e independientes de reconocido prestigio que no está claro que se prestaran a esta maniobra.